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Aplicación oficial del 3r Congreso Estatal sobre alteraciones de Conducta 2015. Celebración el 12 y 13 de Noviembre de 2015. Evento organizado por Fundació Ampans y Fundació Althaia.

Este Tercer Congreso sigue la línea estratégica conjunta entre la Fundación Althaia y la Fundación Ampans, al trasladar el conocimiento a los profesionales y como complemento imprescindible al Curso de Posgrado sobre Salud Mental y Alteraciones de la Conducta en personas con discapacidad intelectual, y al trabajo en red mediante la gestión de servicios y apoyos a las personas que presentan alteraciones de la conducta.

Las alteraciones de la conducta que presentan los niños, adolescentes, jóvenes y adultos, con y sin discapacidad, son un hecho que preocupa a los padres, a los cuidadores a los educadores, a los maestros, a los profesionales, a las administraciones públicas y a la sociedad en general.

Las cifras son bastante elocuentes. Un 7% del total de niños y adolescentes (0-21 años) presentan, en algunos momentos, dificultades emocionales o conductuales significativas tales como: hiperactividad, problemas con compañeros, problemas de conducta. Un 12% de niños y adolescentes tienen un funcionamiento intelectual “límite” (CI = 70/85) y un 2-3% adicional presentan una Discapacidad Intelectual (D.I.) (CI <70). Un 19% de estos jóvenes tendrán dificultades emocionales o conductuales significativas.

Si nos referimos a las personas con discapacidad intelectual de todas las edades, un 15% manifestará trastornos de la conducta; un 20% enfermedad mental; y un 7% tendrá, a la vez, trastornos de la conducta y enfermedad mental.

Estas estimaciones pueden representar un gran problema para el desarrollo de los servicios inclusivos, y las necesidades serán más altas en la población adolescente, en los niños y adolescentes con algunos síndromes asociados con bajo nivel de funcionamiento intelectual, y en los niños y adolescentes de familias muy pobres.

Las razones que explican el aumento de las alteraciones de la conducta son múltiples. La mayoría de ellas dependen de las circunstancias ambientales y sociales adversas como la pobreza, la marginación, la exposición al abuso, la malnutrición infantil y la precariedad económica, entre las más habituales. Otras dependerán de las características personales del sujeto, como déficits comunicativos o la presencia concomitante de otras enfermedades o síndromes asociados a patología mental y conductual.

Los especialistas que participarán en el congreso nos proponen, desde la evidencia, abordar los problemas de la conducta a partir de tres niveles de intervención:

a) Prevención Primaria, definida como las estrategias para prevenir la aparición de los desórdenes emocionales y conductuales.

b) Prevención Secundaria, definida como las estrategias de intervención encaminadas a frenar la progresión de la problemática conductual una vez desencadenada.

c) Prevención Terciaria, definida como la intervención clínica y servicios de apoyo que debemos implementar de forma práctica “in situ” frente a graves problemas de la conducta.


El Congreso aborda, de forma especial, el trabajo a realizar con los “mediadores”, esto es, las personas, los profesionales que deben llevar a cabo las intervenciones; así como un cambio de paradigma en el modelo de servicios que se prestan a estas personas.